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martes, 10 de enero de 2012

Guardar lo idílico

Nos pasamos la vida guardando, almacenando, coleccionando, es algo que nos proporciona seguridad, que ilusión, cuando la realidad es que en cualquier momento todo puede desbaratarse, y romper ese mundo idílico que vamos construyendo, donde nada permanece, y todo cambia. Según nuestra capacidad de cambio, seremos más o menos felices. Dejemos de acaparar, aquello que es inútil, pues inútilmente conseguiremos construir el mundo que imaginamos sino contamos que el futuro siempre será incierto. Y si para muchos no lo es, de seguro que será aburrido. Imagenes via web.

6 comentarios:

Dilmar Gomes dijo...

Amiga Savia, passando por aqui para deixar o meu abraço

Teyalmendras dijo...

No dejan tus palabras de activar mi maquinaria, de removerme las ideas.

Siempre un gusto leerte.

SAludos almendrados ;)

Alezhi dijo...

Lo que sucede que en ocasiones somos demasiado apegados a las cosas materiales, es imporante aprovechar las cosas en su momento, guardadas a veces hasta se olvidan.

Maruja dijo...

Es cierto lo que dices, nos pasamos la mayor parte de la vida guardando trasto que a veces no sirven para nada. Besos amiga.

Pilar Abalorios dijo...

Guardar otorga cierta sensación de seguridad que quizás no sea preciso destruir ¿no?

Bouganvilla dijo...

Buena reflexión, comparto opinión con Pilar, pero sí es cierto que todo pasa y todo llega, y casi nada permanece. Nuestra capacidad de cambio se ve mermada con la edad, creo y además tenemos la habilidad de aportar alma a los objetos, así que, llegados a este punto, me queda un cierto desasosiego interior al pensar que qué tenemos seguro en nuestra vida.
Un beso, guapa, y feliz año nuevo.