Dicen que la vida está hecha de momentos, momentos que jamás se repetirán, que no volverán, son únicos e irrepetibles, esos pequeños momentos que nos hacen soñar, nos hacen suspirar, nos llenan de ternura y paz.
Hay también otros momentos que queremos olvidar, y aparecen sin llamar, nos ponen tristes, y también nos hacen suspirar.
Ponemos en una balanza unos y otros, y podemos calcular si ha existido más buenos que malos, o más malo que bueno. Pero nos quedamos con lo bueno lo aumentamos, y olvidamos lo malo.
Y aunque digan que no hay mal que por bien no venga, yo me quedo con los ratos buenos, que los malos yo no los quiero.
3 comentarios:
Pues tienes toda la razón. Además ya sabemos que la mente es muy selectiva y lo mejor es acostumbrarla a vivir tan intensamente lo bueno, que perdure en el tiempo.
Un abrazo
Linda perrita :) chau, Arianna
Hola,Savia...encantada de leerte. Tengo muy abandonados los blog. Pero siempre vuelvo a los que merecen la pena. Saludoss
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