Soy española, no conozco más país que el mío, no he visitado ningún otro país y me temo que moriré sin a ver visto presencialmente ningún otro.
Es una sensación estraña, sobre todo cuando hablas con alguien que no esté España, y no comprende el porqué jamás saliste de ella, algo tan sencillo como no tener capacidad financiera.
Imagino que no soy la única en España, pero no me inquieta no conocer, ni pisar otros países.
Eso que dicen que es enriquecedor, para mí no ha existido, y debo ser una de tantas personas calificadas como las más pobres del planeta.
Pero no me siento pobre, quizás si no puedo comer pan o beber agua, entonces diré que verdaderamente ya soy pobre.
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