Babuchas que me convirtieron en princesa de un cuento, pero fue solo un mal regalo, un inoportuno regalo, duraron poco tiempo, pero su significado llebaba implícito un secreto, un secreto que conocía casi todo el mundo y que como siempre sufría el estigma de ser diferente.
Pero la babucha me pertenecía pero ser princesa aún no lo sé.
Cuentos de ayer y de hoy.
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