La vida es lo más importante que tenemos que conservar, luchamos por muchas
cosas, y se nos olvida que lo más importante es no perder nuestra vida.
Que hermosas son las cosas cuando las miras con amor y detenidamente.
No hay nada mejor que hacer pausas en el camino y revisar si todo lo que hemos realizado ha tenido su fruto. Cuando a lo largo de nuestra vida percibimos que hemos evolucionado, la satisfacción puede ser muy grande. Siempre se tienen gana
de vivir más y mejor, pero se termina todo. Esto nos lleva muchas veces a la decepción y a querer tomar de nuestras vidas el jugo mayor de ella. En esta ansiedad es cuando el ser humano comete sus errores. La angustia y la codicia
se hace presa de algunos, y sus vidas se convierten en un verdadero infierno.
No hay nada mejor que ver la vida con templanza para no caer en la trampa.
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