Vivimos buscando emociones que nos den sentido a nuestras vidas y nos encontramos con sentimientos que rompen todos los castillos que creamos con nuestras emociones.
Luego solo quedan sentimientos que en nuestras vidas nos hacen ser ángeles o demonios.
Si quieres seguir buscando emociones para crear ilusiones que se hagan realidades, haz que tus sentimientos te hagan más ángel que demonio.
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