Vivimos en un mundo donde parecer ser honesto, es lo ideal, ya que no todo el mundo lo es en realidad. Te obligan a serlo. Pero la honestidad no se lleva, no es divertida, el honesto no mola. Pero si no eres honesto empezando por ti mismo, mal vamos. Ser honesto, y no perjudicar a tu entorno no es que te obliguen a serlo sino, que es una necesidad de la persona para con los demás. Fingir honestidad simplemente, por ganar puntos, por convertir lo que está mal en bien, no nos lleva a nadie a ningún lugar. La honestidad hay que sentirla, como sientes cuando amas algo. Ser honesto, no es ser tonto, ser honesto es ser integro. Imágenes de Google
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jueves, 3 de junio de 2010
La falsa honestidad.
Vivimos en un mundo donde parecer ser honesto, es lo ideal, ya que no todo el mundo lo es en realidad. Te obligan a serlo. Pero la honestidad no se lleva, no es divertida, el honesto no mola. Pero si no eres honesto empezando por ti mismo, mal vamos. Ser honesto, y no perjudicar a tu entorno no es que te obliguen a serlo sino, que es una necesidad de la persona para con los demás. Fingir honestidad simplemente, por ganar puntos, por convertir lo que está mal en bien, no nos lleva a nadie a ningún lugar. La honestidad hay que sentirla, como sientes cuando amas algo. Ser honesto, no es ser tonto, ser honesto es ser integro. Imágenes de Google
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4 comentarios:
Me considero honesta, pero hay circunstancias en la que tienes que fingirlo, la sociedad te obliga, y no puedes ser tu misma, o al menos demostrarlo. Los hay que dicen ser honestos para tapar sus verguenzas, pero a la larga todo se sabe.Es dificil encontrar una persona honesta al 100% 100.
Estimo en mucho la honestidad, ser sincero con uno mismo es la raiz para serlo con los demás.No engañarse a uno mismo y a los demás. Una persona madura, posee esa virtud humana. ¿Cómo aprenderla hoy?. Las familias están desestructuradas, con fisuras irreparables por la moda de una libertad mal entendida y los niños cada vez tienen menos ejemplos en que aprender. La honestidad en tiempos pasados era signo de dar palabra. Con un apretón de manos se sellaban compras y ventas de tierras; así lo hacía mi abuelo. Un hombre de palabra es honesto.
la honestidad dede comenzar por nosotros mismos,solo asi podremos ser honestos con los demas.
un abrazo fuerte y gracias por compartir estas reflexiones!!!!!!!
Hola!
Tienes un gran blog! Me uno a tu grupo de seguidores.
Me gustaria que tu tambien te unieras a mi grupo de amigos y asi estar en contacto.
Saludos,
Tessa
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